Invité a tres personas a ser partícipes y testigos de la despedida del vestido que había utilizado en un funeral.
Un curador me hacía preguntas sobre la persona fallecida y mi relación con ella, una fotógrafa registraba los hechos y un ex-novio hacía la selección musical en el momento de la despedida.
Al pasar un año,les pedí que compartieran conmigo las experiencias que vivieron durante esa noche.Registré sus sentires y el mío en tres libros, que después até uno a uno a lo que quedó de aquel vestido.